Mi pasión por los automóviles comenzó muy temprano. A los 5 años, mi padre me llevó a ver una carrera de rally y me encantó. Un año más tarde, como regalo de cumpleaños fuimos a hacer karting… Ese fue para mí un punto sin retorno. ¡Quedé fascinado!
Como el automovilismo es un deporte caro, no tuve otra alternativa que comenzar alquilando un auto de tanto en tanto. Mi pasión era tal que veía todas las carreras, ya fuera de rally o sobre circuitos.
Posteriormente, mis padres tuvieron la posibilidad de financiar mi comienzo en la competición. A los 14 años se me presentó la gran posibilidad de participar en mi 1ra carrera. Durante la vuelta de calentamiento de la segunda carrera del día, y partiendo de la 2da posición, tuve un problema con el motor que me obligó a abandonar… Aún así, eso no fue un impedimento para que continuase con mi aventura.
A los 19 años ya tenía bastante experiencia. Había conseguido varios podios e, incluso, era la segunda vez que participaba en la final del campeonato Francés, donde están los mejores pilotos. A la par que compitiendo en las carreras, comencé mis estudios como ingeniero en la ESTACA (Ecole Superieure des Techniques Automobil et Aeronautique), ya que sabía que las posibilidades de convertirme en un piloto profesional eran muy bajas.
Un año más tarde, se me brindó la oportunidad de competir en circuitos con un Mit’Jet de 500kg, con motor de moto y caja de velocidades secuencial. ¡¡Un súper auto!! De un total de 20 carreras corridas, logré 13 podios y la 4ta posición en la clasificación general sobre un total de 60 pilotos. La performance fue muy buena, a pesar de algunos problemas técnicos que tuvimos.
Al año siguiente, comencé a correr en rally gracias a la Universidad. Sobre un Peugeot 106 descubrí los placeres de esta nueva modalidad, que me gustó mucho más que las carreras de pista. En sólo un año ya habíamos ganado casi todas las carreras.
A los 23 años me recibo de ingeniero en automotores y mi primer trabajo fue en la gestión motor para camiones Volvo. Ese mismo año pude cambiar el Peugeot 106 por un 206RC del grupo N. Un auto extremadamente rápido, pero no muy confiable. Al final de las competencias, por lo general ganábamos pero raramente llegábamos al final. En 2012, estábamos calificados para la final del campeonato francés y llegamos al 1er puesto antes de romper una pata de soporte motor.
Un año después, ya como ingeniero, conseguí empezar a trabajar en Bosch Alemania, gracias a una empresa de prestación de servicios de ingeniería. Al llegar allí, no hablaba ni una palabra de alemán, pero después de esforzarme, el idioma dejó de ser una dificultad y finalmente formé parte del equipo Bosch y no más como un prestador de servicios.
Ahora, después de que hayan transcurrido 2 años de aquella llegada a Alemania, trabajo como ingeniero en funciones de diagnóstico motor (motores de gasolina).
Desde el punto de vista deportivo, tuvimos que vender el 206RC para comprar un Citroën Saxo VTS al verse reducido nuestro budget disponible. Esta fue la mejor decisión que pudimos tomar para poder seguir consiguiendo podios en la categoría. Con 185hp y una caja de velocidades secuencial, es un auto ideal para los pequeños caminos por los que se compite en rally.
Mas allá del deporte automotor, que es mi verdadera pasión, me encanta el deporte en general, como el triathlon, ciclismo de descenso, bádminton, squash, snowboard… soy alguien a quien le gusta probar de todo.
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